miércoles, mayo 24, 2006

¿Será Posible?

En su comentario de hoy, Ciro Gómez Leyva, comenta lo siguiente:


Viviana y el perdón.Por :Ciro Gómez LeyvaFecha :5/24/2006

Directa y deliciosa como siempre, omnipresente, Viviana Corcuera no tuvo reparo en tocar el tema del padre Marcial Maciel. Ella, aparte de todas las cosas y atributos que le han hecho no sólo famosa, sino quintaesencia del glamour nacional, es legionaria y madrina de Álvaro Corcuera, superior de los Legionarios desde enero del año pasado: el único otro hombre, aparte de Maciel, que ha dirigido a la congregación.
“La influencia que tenían los Legionarios de Cristo con Juan Pablo Segundo era muy importante debido al poder económico tan grande de los Legionarios”, comenzó.
“Todas las voces que denunciaban al padre Maciel no eran atendidas por el Papa Juan Pablo Segundo por la influencia tan grande de la congregación de los Legionarios con el Papa”.
Le pregunté qué tanto le duele la noticia de la sanción a Maciel:--Me dolió tanto, que estaba como de luto.
Pero, mira, lo que me impresionó mucho es que a la pena que la Iglesia le impone al padre Maciel, como dijo nuestro filósofo del norte Catón ayer, la Santa Madre Iglesia le añade al padre Maciel la misericordia y la prudencia.
¿Por qué? Porque no desea que se dañe a la obra de los Legionarios de Cristo, porque en ningún caso, dicen los evangelios, las culpas de los padres han de recaer sobre los hijos.--¿Debe ser muy duro para ustedes?--Ha sido muy duro.
Pero, como ama de casa, como una persona católica, creo que la obligación del padre Maciel debería ser pedir perdón personalmente a quienes lastimó. Lo tendría que hacer con humildad. Le tiene que pedir perdón a sus víctimas.
Y a la vez, sus víctimas deberían de perdonarlo para que no lleven hasta su muerte el peso de la herida tan grande que tienen desde niños por lo pasado.
--Gracias, Viviana.--Estoy de luto por la congregación. Adoro a mi sobrino, mi ahijado Álvaro Corcuera, es un hombre de bien, ha hecho el bien, ha hecho maravillas por los Legionarios, como las que hizo el padre Maciel. Están todos de luto.
Estamos todos muy tristes. La Iglesia le ha hecho una gran pena al padre Maciel, no crean que la sanción fue tan suave como dicen. Es muy dura. Pero me parece maravilloso que nuestro Papa, su santidad Benedicto XVI, no haya dado un carpetazo, que lo pudo haber hecho, y haya dicho: “¡Adelante, tenemos que hacer algo!”
Y la Iglesia lo hizo.
Y no puedo evitar preguntarme, ¿en verdad lo tomaría con tanta filosofía esta señora si hubiera sido su hijo, hermano o padre víctima de ese malnacido hijo de puta pederasta? ¿Que la "pena" que le impusieron fue dura?
¡Carajo! ¿Es que en verdad la gente "bien" en este país tiene mierda en la cabeza?
Moraleja: Si lucho por la defensa de mi tierra, soy merecedor de ir a parar a Almoloya. Si violo a cuanto niño se me atraviesa, me castigan con no poder ejercer mis ministerios sacerdotales.
¿Y esta es la justicia de esa secta de católicos?
¡Qué bárbaros! Continúan sorprendiéndome, en verdad.

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