Puedo preveer cuál será el futuro del periodismo, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero.
La proliferación de Blogs de denuncia ciudadana, han comenzado a dar cuenta del poder de convocatoria que puede llegar a tener un ciudadano cuando la denuncia es clara y el partido en el poder subyuga las expresiones objetivas y críticas al mal gobernar.
Un ejemplo claro lo forma el famosísimo Blog del Gober Precioso. El cual ha llegado a tambalear la frágil cimentación de un gobierno que sólo se mantiene a fuerza de estultez pero que ya no representa al pueblo que lo eligió.
Es evidente que las personas que tienen la fortuna de poder acceder al mundo virtual de Internet, ya no están siendo tan fáciles de manipular por los medios tradicionales de comunicación como ocurría hasta hace unos pocos meses.
Hoy, la ciudadanía comienza a encontrar en estos espacios particulares de opinión, una fuerza de opinión que ya quisieran muchos "periodistas" con años en el oficio.
Se vio nuevamente el poder de la ciudadanía en los lamentables hechos de Atenco, donde la represión gubernamental no pudo ser ocultada por mucho tiempo, a pesar de que en el inicio lo callaran las grandes cadenas televisivas. Finalmente y a regañadientes tuvieron que mostrar esas duras imágenes que muestran la saña con la que la policía atacó y vejó al pueblo de Atenco.
Hoy, los periodistas deben de tener en cuenta que su marco de opinión se va reduciendo considerablemente puesto que las personas "comunes y corrientes" también tenemos opinión y, triste será para ellos darse cuenta que ya no es tan fácil tergiversar la realidad a su acomodo o a los intereses de grupos de poder.
Es así como periodistas que otrora tuvieran un alto grado de credibilidad, en esta contienda electoral están demostrando una vez más que el poder lo corrompe todo. ¿No es verdad señor Ciro Gómez Leyva?
Sin embargo, estoy cierto que poco tiempo les queda para continuar siendo la voz que sí se lee y se escucha en los medios. Porque dentro de poco tiempo, la propia ciudadanía terminará recuperando lo que desde hace mucho nos pertenece, es decir, nuestra opinión.
Ya no más noticias sesgadas o mal intencionadas.
El periodismo está obligado a cambiar para llegar a ser fuente objetiva de información o a sucumbir víctima de la oleada de periodistas ciudadanos o civiles que, sin mayor intención que dar a conocer la verdad, nos comenzaremos a apropiar de la palabra para denunciar su falta de objetividad en la comunicación de las noticias.
No faltará mucho tiempo para que los periódicos virtuales (aquellos que no dependan de grupos de poder) comiencen a pulular por este medio y que, eventualmente, desplacen a aquellos que no quieran comprender que este en nuevo Milenio la Verdad es un Derecho que ya no se podrá arrebatar a la ciudadanía de ningún país.
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