Vuelve tu mirada hacia mí
Observa lo mucho que he cambiado
¿Puedes sentir la ansiedad de tenerte nuevamente entre mis brazos?
¿Verdad que parece que no han transcurrido los años?
Dime que me ves igual, si no es que mejor que antes...
Estréchame entre tus brazos con esa fuerza vital con que solías hacerlo en aquéllos, nuestros días.
Dedícame esa excelsa sonrisa que iluminaba mi universo.
Llena de verdor mi jardín con el fresco manantial de tus palabras.
¿Te das cuenta cómo tiemblo?
Es que hacía tanto tiempo que no sabía de ti que hoy, simplemente he quedado mudo y como un estúpido.
¿Te vas?
No, por favor, no lo hagas.
No quiero que vuelva esa intrusa que se ha apoderado de mí todo este tiempo, ahorcándome con sus gélidos dedos.
No permitas que se apodere de mí nuevamente la nostalgia.
No me hagas recurrir al tafil por enésima ocasión.
Quédate conmigo...
Calienta mi cama...
Siente cómo recorro con la mirada tu universo.
No te vayas...
No me dejes...
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